Amanece y hace frío; es hora de iniciar el día, pero - “¿será que llueve?” -. Hay dos opciones:
1. Mirar por la ventana, observar el cielo, interpretar la nube, definir la dirección del viento, y entonces jugársela para acertarle al clima.
2. Tomar el celular, ingresar a la app y revisar el pronóstico. Es más fácil, es inmediato, lo tienes a la mano y te da certezas.
Así es la interacción con el celular, una relación a veces dependiente y cada vez más necesaria, en la medida que este dispositivo ha dejado de ser un teléfono para convertirse en un smartphone, el medio de comunicación y la plataforma que nos mantiene conectados con el mundo, dejando atrás aquel móvil Motorola lanzado al mercado en 1984.

Una herramienta indispensable
Hoy en día nuestro celular cuenta con influencia directa y permanente en lo que hacemos, asistente en tareas diarias, partner de entretenimiento, compañero de trabajo.
Ahora mismo este artículo seguramente lo está leyendo desde su celular, y lo afirmamos sin apelar a la clarividencia, y sí a la estadística que demuestra el posicionamiento actual del smartphone como medio tecnológico más usado en el mundo; tal vez sea una de esas encuestas que no requiera segmentarse por edades o nivel de educación, o zona demográfica, o estrato social, pues todos lo usamos y todos lo necesitamos en nuestra vida diaria. El niño de dos años en la fiesta de cumpleaños familiar es admirado por todos mientras toma el celular de su mamá, lo desbloquea, abre YouTube y reproduce un video de Nursery Rhymes. La señora de 78 años abre la app de la farmacia donde le entregan sus medicamentos y solicita el turno virtual; una fila menos.
Todos lo usamos según nuestras posibilidades y necesidades; también todos de una forma u otra hemos desarrollado cierta dependencia que, irónicamente, el mismo dispositivo nos la recuerda con una alerta semanal indicándonos cuánto tiempo de nuestra vida diaria estamos frente a la pantalla del celular.
Somos conscientes y asumimos esa dependencia como algo necesario, y en nuestro momento reflexivo procuramos “no estar tan pegados al celular”; mientras tanto se van acumulando notificaciones de WhatsApp, IG y se activa el recordatorio de un asunto importante.
Es la realidad actual. Hasta aquí nos trae la evolución y continuará proponiéndonos nuevos desarrollos tecnológicos que influirán en nuestra forma de relacionarnos e interactuar, poniendo a prueba la capacidad de adaptarnos y el instinto de supervivencia que conservamos siempre, atendiendo los riesgos que supone tener el celular siempre a la mano.
La vida también es lo que sucede allá afuera, y encontrar el equilibrio será siempre la mejor manera de vivirla. En MOM Seguros trabajamos para ofrecer mejores alternativas a las personas, con productos a la medida de sus necesidades y procesos ágiles que simplifican los trámites y le dan más tiempo para disfrutar, mientras aseguramos su tranquilidad.
