En un día normal, Google arroja 142 millones de resultados a la búsqueda “inteligencia artificial”, y entre ellos se plantea la pregunta “¿cómo se aplica la IA en la vida diaria?” Las respuestas van desde asistentes de voz, aplicaciones para smartphone, automóviles inteligentes, mapas e indicaciones, recomendaciones musicales, filtros para spam y hasta la automatización del hogar.
Pero ¿Qué es la inteligencia artificial?
Decidimos preguntárselo a una fuente cada vez más confiable: la propia inteligencia artificial. Y así, cuando creímos que todo estaba inventado, nos encontramos citando a un chatbot:
“La inteligencia artificial es un campo de la tecnología que se enfoca en la creación de sistemas informáticos que puedan imitar la inteligencia humana y realizar tareas que requieren inteligencia humana, como el aprendizaje, la toma de decisiones y la resolución de problemas. La inteligencia artificial se ha desarrollado a lo largo de la historia de la informática y se divide en dos categorías principales: la inteligencia artificial débil y la inteligencia artificial fuerte. La inteligencia artificial débil se enfoca en la realización de tareas específicas, como la traducción automática, mientras que la inteligencia artificial fuerte se enfoca en la imitación de la inteligencia humana en su totalidad”.
El chat escribe en pocos segundos lo que se le pide y con esa acción nos confirma que la inteligencia artificial está entre nosotros y ha transformado la manera en que interactuamos con la tecnología; en casa con asistentes que entienden y responden a la voz; en el trabajo con robots de chat programados para responder a las preguntas de los usuarios.
Las empresas también la están adoptando para optimizar sus procesos, como es el caso del sector asegurador donde ha llegado a mejorar la eficiencia, reducir costos y ofrecer un mejor servicio a sus clientes, automatizando tareas como la evaluación de solicitudes de seguro, la investigación de reclamaciones y el pago de indemnizaciones. Esto no solo reduce el tiempo y los valores asociados con estas tareas, sino que también mejora la precisión y la consistencia de las decisiones.
La AI puede analizar grandes cantidades de datos incluyendo hábitos de comportamiento, información demográfica e histórico de siniestros, para determinar el riesgo asociado con una solicitud de seguro. Esto permite a las compañías de seguros ofrecer tarifas más precisas y justas a sus clientes.
También está aportando a mejorar la experiencia del cliente con la implementación de asistentes virtuales y chatbots cada vez más precisos para que la interacción sea más fácil y eficiente entre la compañía y el usuario. Así los clientes pueden hacer preguntas y obtener respuestas en tiempo real, realizar solicitudes y reclamaciones, y recibir información relevante sobre sus seguros.
Este sector evoluciona y en MOM Seguros trabajamos con el compromiso de actualizar nuestros recursos para ofrecer las mejores alternativas a quienes confían en nosotros, haciendo su vida más fácil y segura.
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